martes, 29 de noviembre de 2016

ALFABETO FUTHARK Y ALFABETO FUTHORC


Las variantes de los alfabetos escandinavos que empleaban runas reciben el nombre de futhark (futhark joven, futhark antiguo). Dado que dichas letras atravesaron cambios entre el inglés antiguo y el moderno, la variante anglosajona del futhark recibe el nombre de futhorc.
Es posible encontrar testimonios de alfabetos rúnicos en la Piedra de Noleby[1] (grabada alrededor del año 600) y en la Piedra de Rök[2] (año 800), por citar dos ejemplos. Ambas se encuentran en Suecia y presentan textos escritos con runas. Sin embargo, las inscripciones de origen más remoto pueden provenir del año 150. En pocas palabras, este alfabeto fue reemplazado poco a poco por el latino a través de la conversión al cristianismo, aproximadamente en el siglo VIII en el centro de Europa y, cuatro siglos más tarde en Escandinavia, cuando finalizó la época vikinga. A pesar de dicho fenómeno, Escandinavia continuó utilizando las runas hasta principios del 1900, principalmente en las zonas rurales de Suecia con fines decorativos y en la elaboración de los calendarios rúnicos.
El calendario rúnico (también denominado bastón rúnico) es un escrito que puede encontrarse tallado en báculos de diversos materiales (como puede ser madera, cuerno, piedra o hueso) o bien en pergaminos y se considera una creación medieval sueca. Se trata de un calendario perpetuo, o sea que brinda al usuario la posibilidad de saber qué día de la semana corresponde a una fecha cualquiera, que se encuentra en un rango de varios siglos.
Cuando el alfabeto rúnico se encuentra encriptado a través de la sustitución de las runas por otros símbolos, a estos caracteres se los denomina runas crípticas o runas cifradas.
Las Runas eran llevadas de lugar en lugar por mercaderes, aventureros, guerreros y eventualmente por misioneros anglosajones. Para que su comprensión fuera posible era necesario un alfabeto común, el alfabeto que fue conocido como Futhark por sus primeras seis letras o glifos:

El Futhark antiguo consta de 24 signos a los cuales se agregó posteriormente una “runa en blanco”, sin inscripción. Hay otros alfabetos (como el Anglosajón, Futhark nuevo y Armanen, entre otros), derivados del Futhark antiguo y de otros jeroglíficos germanos.
El Futhark Antiguo se divide en tres Aetir, que son familias o grupos de 8 runas que representan las fuerzas más poderosas de manifestación, siendo el tres y el ocho números acreditados con poderes especiales.
Primer Aetir: Lo femenino, la infancia. (Runas de Freyja)

Pertenecen a Freyja, diosa de la belleza, la fertilidad, las cosechas y la riqueza. Freyja, representa la madre, energía cruda arquetípica de movimiento y expansión, de fuerza que fluye. Las runas de este primer grupo se relacionan a la infancia y tienen una influencia femenina y matriarcal.


Segundo Aetir: La naturaleza, adolescencia. (Runas de Heimdall)

Inicia con la runa Hagalaz cuyo dios es Heimdall (guardián de Bifrost[3]), por lo tanto es el puente entre los dioses y los hombres, su posición es Neutral y más mundana.

Tercer Aetir: Lo masculino, la edad adulta. (Runas de Tyr)

Comienza con la runa Teiwaz asociada a Tyr, dios de la guerra, su valor es masculino y patriarcal y corresponde a la edad adulta.

Runa en Blanco: Los senderos del Karma, individual o colectivo. Lo desconocido.
Por otro lado, está el Futhorc (runas anglosajonas) que son la versión extendida del Futhark Antiguo, conformándose con alrededor de 26 y 33 caracteres. Se cree que era utilizado para escribir en el Inglés Antiguo / Anglosajón y Frisón Antiguo alrededor del siglo V d.C. Se utilizaba en Inglaterra hasta los siglos X y XI, aunque después del silgo IX se utilizaban principalmente para manuscritos y eran de interés para anticuarios y su uso concluyó después de la conquista normanda de Inglaterra en 1066.
Una teoría dice que esta escritura fue desarrollada en Frisia y luego adoptada en Inglaterra. Otra teoría afirma que fue traída a Inglaterra por los Vikingos, luego modificada y después terminó en Frisia.
Desde el siglo VII, el alfabeto latino comienza a reemplazar estas runas, aunque algunas runas continuaron apareciendo en textos latinos representando palabras completas.




[1] Piedra de Noleby: es una piedra rúnica grabada en protonórdico con runas del futhark antiguo. Se descubrió en 1894 en la granja de Stora Noleby en Västergötland, Suecia.
[2] Piedra de Rök: es una estela rúnica o piedra rúnica, situada en Suecia, en los terrenos de la iglesia de Rök, en la comuna de Ödeshög, provincia de Östergötland, cercana a la orilla este del lago Vättern.
[3] Bifröst: es un puente de arco iris ardiente que une Midgard (el mundo de los hombres) y Asgard (el reino de los dioses).

ORIGEN DE LAS RUNAS


Autores como Ralph Blum y Fabiana Daversa han expresado la complejidad de estudiar las runas, ambos concuerdan en que les llevo bastante tiempo dominar este asunto, por ejemplo, Ralph Blum cuenta cómo las runas llegaron a él por medio de un regalo que al principio le fue indiferente pero después de algunos años, al estar apilando sus libros, vio aquella bolsa donde guardaba sus Runas y en una noche decidió comenzar a estudiarlas y expresa que no fue nada fácil la tarea; por otro lado, Fabiana Daversa nos cuenta acerca de esta exhaustiva búsqueda e investigación que realizó durante casi veinte años para lograr escribir un tratado de Runas. Observando estos dos casos, podemos ver como este tema es bastante amplio y complejo.
Además de lo anterior, estos autores y algunos otros especialistas en la materia han concluido que no se tiene precisión de cuál y cómo fue el origen exacto de las Runas, a pesar de los estudios que se han realizado a lo largo de los años acerca de este tema, pero al remontarnos un poco en aquella época y utilizando como base la información aportada por Ralph Blum y algunos datos de otros medios como Internet, podría decirse que el origen de las runas es como a continuación se explicará.
Las Runas son una de las formas de adivinación más antigua cuyo origen se remonta a la Edad de Bronce[1] y, seguramente, a etapas anteriores. Los aguerridos pueblos nórdicos (hoy Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia) utilizaron estos símbolos para comunicar y dejar constancia de sus hazañas pero, más antiguo aún fue su uso mágico y oracular.
Odín, cuyo nombre significa viento y espíritu, es la divinidad principal en el panteón de los dioses nórdicos, el cabeza de familia y líder de los demás dioses. Principalmente porque logró deshacer los planes del dios Loki[2] de llevar a cabo el Ragnarok (ocaso de los dioses), por lo que consiguió el respeto de los demás dioses y un lugar similar al de Zeus en el Olimpo Griego.
Era un anciano fuerte de barba blanca. Llevaba dos cuervos sobre sus hombros (Hugin y Munin: pensamiento y memoria) que vigilaban el mundo cada mañana para informarle de cuanto ocurría. El dios montaba en su brioso caballo de ocho patas Sleipnir, nombre que se traduce como resbaladizo.
Este extraordinario animal simbolizaba los ocho vientos que provienen de los ocho puntos cardinales y era capaz de ir velozmente de un extremo al otro del horizonte. Además, Odín llevaba consigo una poderosa lanza llamada Gungnir, que jamás fallaba, y, desde su trono Hliðskjálf, podía observar el mundo entero, pero no podía observar el futuro, y al ser dios de la sabiduría, tenía una inmensa necesidad de conocer el futuro, pues se dice que fue él quien dio el don de la curiosidad a los hombres.
Odín sabía que quien bebiera de las aguas del pozo Urd obtendría la omnipotencia, de forma que acudió allí, y pidió a Mimir, su guardián, que le permitiese beber de las aguas. Odín adquirió la sabiduría a cambio de uno de sus ojos, siendo su ojo arrojado a las profundidades del pozo para que permaneciera allí por toda la eternidad, y esta petición fue hecha porque esto simboliza la diferencia entre belleza y fealdad, viéndose aquí el sacrificio de la belleza por la sabiduría.
Más adelante, en un enfrentamiento entre los Vanir y los Aesir[3], Mimir fue decapitado, y Odín tomó su cabeza, y la conserva junto a sí, haciéndola hablar por medio de la magia, lo cual la convierte en una fuente inagotable de conocimientos.
A pesar de que los conocimientos que Odín obtuvo eran de gran importancia, su sabiduría absoluta no consiste solo en estos, sino que también se compone de la magia y las poesías. El saber de estas dos artes lo obtuvo mediante el conocimiento de las runas.
Ocurrió que Odín queriendo obtener el saber de las runas se colgó durante nueve días y nueve noches del Yggdrasil (el fresno sagrado), el Árbol del Mundo, herido por su propia espada Gungnir, atormentado por el hambre, la sed y el dolor, solo y sin ayuda. Concluido el lapso, en la noche del noveno día, fue capaz de adentrarse en las mismísimas entrañas del ser, surcando las aguas de su propia alma, y allí en el fondo, vislumbró los caracteres rúnicos, con un grito desgarrador llegó hasta el fondo y se apoderó de ellos, aunque esto le provocó la muerte, resucitó, ahora conocedor de las runas y por medio de estos dos sacrificios se convirtió en el dios conocedor de todas las cosas y poseedor de la sabiduría absoluta, dejando las Runas a la humanidad como su legado.
Desde el principio las Runas asumieron una función ritual y servían para leer la suerte, para predecir y para invocar altos poderes que pudieran influenciar las vidas y fortunas del pueblo. El arte del Runemal concernía a todos los aspectos de la vida, desde los más sagrados hasta los más prácticos. Había Runas y hechizos para influenciar el clima, las mareas, las cosechas, el amor, los curaciones; Runas para la fertilidad, para maldecir y para deshacerse de las maldiciones, para el nacimiento y la muerte. Las Runas eran talladas en los amuletos, en los utensilios para beber, en las lanzas de batalla, sobre los umbrales de las casas y sobre las proas de los barcos vikingos.
Los lectores de Runas de los teutones y vikingos usaban sorprendentes vestiduras con las que se reconocían fácilmente. Honrados, bienvenidos, temidos, estos shamanes[4] eran figuras familiares en los círculos tribales y existe evidencia de que un buen número de practicantes rúnicos eran mujeres.
Para los ojos pre-cristianos, la tierra y todas las cosas creadas estaban vivas. Varas y piedras servían para adivinaciones rúnicas, pues siendo objetos naturales guardaban poderes sagrados. Símbolos rúnicos eran tallados en madera dura, grabados en metal o cortados en piel teñida con pigmento a menudo mezclado con sangre humana con el objeto de acrecentar la potencia del hechizo. Las Runas más comunes eran guijarros lisos y planos con símbolos o glifos pintados sobre uno de sus lados. Los practicantes del Runemal sacudían su bolsa llena de guijarros y los esparcían sobre la tierra: aquellos que caían con los glifos hacia arriba eran entonces interpretados.



[1] Edad de Bronce: 3 000 - 1 500 a.C.
[2] Loki: es un dios embaucador de la mitología nórdica. Hijo de los gigantes Farbauti y Laufey.
[3] Los Vanir y los Aesir son dos grupos de dioses.
[4] Shamán: Hombre que en algunas culturas hace predicciones, invoca a los espíritus y ejerce prácticas curativas utilizando poderes ocultos y productos naturales; también suele aconsejar y orientar a las personas que acuden a consultarle.

¿QUÉ SON LAS RUNAS?

“Runa significa secreto. También es sinónimo de letra del alfabeto escandinavo y es la palabra que simboliza el ruido de una piedra rozando con otra piedra. Pero en verdad las runas son un antiguo método oracular, muy poco difundido, que salió a la luz cuando ya se hacían necesarias. Es la máxima síntesis de los símbolos mágicos occidentales, tan espontáneos en nuestro inconsciente que hoy reaparecen en forma de graffiti en las calles o en las hebillas de cinturones de moda sin que ni siquiera se sospeche qué son o de dónde vienen. Emisarias de un pasado lejano del que sabemos poco y que sigue haciéndose presente aun en medio de las máquinas de la ciudad, son voces que quieren ser oídas para transmitir las enseñanzas de los pueblos antiguos, de los que la historia y la arqueología rescatan apenas fragmentos.”
-Fabiana Daversa
El gran libro de las runas: Obra rúnica integral.

“Muy poca gente hoy en día ha escuchado siquiera la palabra Runas. Tal vez les sea familiar a las personas de descendencia escandinava y a los que han leído a Tolkien, pero eso es quizás todo. Antiguo escrito alfabeto cuyas letras poseían un nombre intencionado y un sonido significativo, las Runas eran usadas para la poesía, las inscripciones y la adivinación, no obstante que nunca evolucionaron como lenguaje hablado. Se ha escrito muy poco sobre las Runas como oráculo contemporáneo.”
-Ralph Blum
EL LIBRO DE LAS RUNAS-Manual para el uso de un Oráculo antiguo: Las runas vikingas.

“Esos primeros glifos eran llamados <<runes>>, del gótico runa, que significa algo secreto, un misterio. La letra rúnica <<orunastafr>> se convirtió en depositaria de las intuiciones, las cuales eran enriquecidas de acuerdo con la habilidad del practicante de Runemal, el arte de leer las Runas.”
-Ralph W.V. Elliot
Las Runas: Una introducción

Las runas son símbolos vikingos que empleaban los antiguos escandinavos para escribir y representar diferentes cosas y generalmente los escribían en piedras o sobre arcilla. Dependiendo del símbolo vikingo, aparece representado en uno u otro contexto.
La etimología de runa nos lleva al término nórdico rūn, vinculado a los misterios y los secretos. El concepto se emplea con referencia a los caracteres que utilizaban los antiguos escandinavos para escribir en lenguas germánicas.
Las lenguas germánicas pertenecen a la familia de las indoeuropeas y las usan fundamentalmente los pueblos germánicos, un grupo de pueblos que surgieron en el norte del continente europeo. Las letras llamadas runas también se utilizaron en las islas Británicas; por otro lado, a lo largo de la Antigüedad clásica y el Medioevo e incluso antes y durante el fenómeno conocido como cristianización (en el cual muchos europeos fueron convertidos a la religión cristiana), los alfabetos rúnicos también fueron usados en Europa oriental y central.
En los alfabetos rúnicos, por lo tanto, cada carácter se conocía como runa. Las distintas runas, de este modo, permitían formar palabras.
“Sólo una cosa es segura: más allá de los esfuerzos de los eruditos por abarcarlas, las Runas se mantienen evasivas, pues son el regalo de Odín y son sagradas.”
-Ralph Blum
EL LIBRO DE LAS RUNAS-Manual para el uso de un Oráculo antiguo: Las runas vikingas.

“A la adivinación y a echar la suerte le prestan atención más que otros pueblos. Su método para echar la suerte es simple: cortan una rama de un árbol frutal y la dividen en pequeñas piezas, las cuales marcan con ciertos signos distintivos y las esparcen al azar sobre un lienzo blanco. Entonces el sacerdote de la comunidad, si la suerte es consultada públicamente, o el padre de familia, si es consultado en privado, después de invocar a los dioses con la vista vuelta hacia el cielo, recoge tres piezas, una a la vez, y las interpreta de acuerdo con los signos previamente marcados sobre ellas.”
-Cornelio Tácito

Germania, Capítulo X.